Literatura,
Psicoanálisis y Amor. Por Juan Terranova.
Debate
luego de la ponencia que diera en Rosario para el evento sobre Literatura y Psicoanálisis organizado por La letrina de Apolo.
(Parte 1)
Juan
Terranova (tramo final de su ponencia): Termino, me gustaría
para el final, entonces, citar una escena de análisis que es con un
conocido chiste, la única variación que propongo es que se trata de
un crítico literario el que entra esta vez al consultorio y empieza
la sesión y una vez más, cuántas veces más, el crítico empieza a
describir la relación tensa que mantiene con sus colegas, con otros
lectores, con los que escriben, con los que leen, con los que
publican, con los que no publican, con los que lo ironizan por mail,
con los que lo insultan por Facebook o por Tweeter, con sus alumnos,
con sus maestros, con otros escritores, con editores, con amigos
poderosos y enemigo astutos, con otros críticos finalmente, y
entonces el analista lo para y le pregunta: ¿pero alguno de sus
colegas sufre algún tipo de enfermedad mental? Y el crítico piensa:
sufrir, sufrir, y responde: bueno, creo que no, creo que en vez de
sufrir enfermedades mentales todos parecen disfrutarlas... Hasta
aquí, muchas gracias.
Marcos Apolo Benítez – Bueno, me encantó tu ponencia. Me parece magistral, hay mucho para releer ahí. Estaría bueno que a lo que fuimos recolectando de las tantas cosas que fue diciéndonos Juan podamos transformarlo en preguntas, si es que alguien quiere.
Pregunta
– Cuando hablaste de no hacer del odio más que tabú, y traías,
al principio, lo que Marcos te contestaba en relación a esta especie
de hablar de Eros para no entrar en el terreno del amor. ¿Qué podes
decir de esto de dejar el odio del lado del tabú, o que no se
permita el odio, parece que esconde o que es defensa ante qué…
qué miedo hay al odio, al odiar o a manifestarlo?
Juan
Terranova – Bueno, yo hablaba de la cultura judeo–cristiana
que nos atraviesa fuertemente, digamos. Yo en esto sigo mucho a
Freud, me parece que ahí se termina de articular, todavía hoy, cien
años después, ciento veinte años después, o cien años después; estaba muy arraigada en nosotros y me parece que es como una especie
de residuo medieval. Pero al mismo tiempo no, porque es verdad que
nosotros hoy acá podemos hablar de refinar el odio, pero no se puede
salir con un megáfono a decirle a las masas que refinen su odio,
porque básicamente las masas no refinan nada nunca y se van a
dedicar a matar gente, ¿no? Ya se ha vivido el siglo veinte, muchos
intelectuales, a lo largo del siglo veinte europeo, cuna de la
civilización, han impulsado esta idea de refinar el odio y han
terminado apoyando regímenes patibularios y cosas que nos han
llenado de historias que son muy divertidas de leer, muy entretenidas
de leer, pero terribles de sufrir. Entonces me parecía que ahí
había algo que es muy complicado de decir. Yo esperaba que la primer
pregunta que me hicieran fuera: bueno, pero ¿Qué cosas te generan
odio? Venia preparado para eso, la pregunta que me hiciste es mucho
más difícil, pero creo que viene un poco por ahí para empezar a
charlarla, el tabú viene por ahí, el odio es algo del orden de lo
privado, nadie odia en público, nadie entra acá y dice “Te odio”.
Comentario – claro, me refería a esto de no salir con un megáfono como
si tendría que ver algo del orden de lo político, qué se hace con
lo político.
Juan
Terranova – sí, de lo privado ¿no?
Comentario – ...sí, en lo privado, pero el problema está en lo público, en
la masa...
Juan
Terranova – sí, sí, es muy complicado...
Comentario – porque quería pensar el tema que traés de la crítica
literaria, con el rol de lo político que tiene esto. ¿Qué
herramientas tomás del psicoanálisis vos para hacer crítica
literaria y saber que van a empezar a atravesar estas cosas tal vez
más pensadas para una clínica, que queda más por el lado de lo
singular, la problemática, cuando, bueno, interviene en un aparato
de lectura crítica y aparece lo político. Planteás esto de la
desestructura, que la crítica tiende hacia desestructurar.
Juan
Terranova – te estoy escuchando y me parece muy interesante. Yo
creo que el crítico tiene que sincerarse, porque está pensando en
la autonomía del arte. Entonces si, bueno, ¿si a mí me genera
odio?... A mi hay cosas que me lo generan. El equívoco literario
argentino me genera odio, actual, contemporáneo, no te lo puedo
negar a eso, hay cosas muy equívocas, que me embrutecen. La Revista Ñ,
qué se yo, no sé, yo leo la revista Ñ y quiero romper todo, no en
un sentido abstracto, quiero romper todo en serio, por su brutalidad.
Hay zonas de la revista Ñ que no, pero hay zonas de la revista Ñ
que sí. Otros escritores me generan odio, ¿qué voy a hacer? Está
bien, yo no puedo salir a militar el odio, pero yo tengo que usar esa
parte de amor y esa parte pasional que tiene el odio y tratar de ir
contra ese equívoco y tratar de clarificar esa situación.
Obviamente después hay un montón de gente que no lo entiende y
rápidamente te acusan de fascista. Le decís “no me gusta lo que
hiciste"... Hay un meme muy bueno de internet en donde hay un
personaje de Futurama que está haciendo de crítico en ese momento
en una obra de teatro y dice:“Tu obra es una porquería, te
tendrías que sentir mal” lo acusa, es medio compleja la imagen,
pero es un crítico diciéndole a un objeto de crítica, a un autor
no a un objeto de crítica, a un autor, “te tenés que sentir mal”
y eso es un tabú ahí, ¿no?, me parece que desearle el mal a una
persona es una cosa terrible, sobre todo que es un artista-, y eso, el
problema que tener que asumir esas responsabilidades de decir qué eso
está mal, es la pobreza. Yo veo que ahí hay como una pobreza en que
no se diga eso, creo que la riqueza justamente está en, hegeliano
como soy, en la dialéctica, y yo no veo
mucho eso últimamente y me preocupa, veo mucho Like de Facebook, veo
mucha adhesión, veo mucho cada uno con la suya, tratando de hacerse
su lugar y no veo mucha discusión, donde veo discusión, que en un
momento fue entretenido ahora veo parálisis. Voy a lo de la
política, no me olvido, en un momento discutir kirchnerismo
antikirchnerismo era interesante, entrabamos ahí a los Blogs a
insultarnos, argumentar, todo el mundo y después, ya el territorio
de Facebook donde hay que dar la cara, donde esa cosa barroca de las
máscaras se evaporó un poco, ahí aparece o el insulto directamente,
sin ironía o la segregación que es mucho peor que el insulto, “con
vos no voy a hablar porque sos un kirchnerista de mierda”
“KKKKKKK”, qué se yo, que va para los dos lados ya a esta
altura. Entonces, claro, yo cuando ejerzo la crítica de libros no
pienso en un situación de publicidad, pero es verdad que también
mis críticas están motorizadas por el odio en ese sentido, al
equívoco, a la pereza, a la magnificación de cosas que no se lo
merecen y me sincero frente a eso, pero tampoco saldría con un
megáfono a pedir que linchen a un escritor, ni a un político, qué
se yo. Ese es el peligro que tiene el sinceramiento en ese sentido. No
sé si respondo un poco. El tótem y el tabú están siempre, tenemos
que tener represión.
Comentario – en esto de que la crítica no quede en un lugar de a posteriori
de lo que se critica, digo, que se pueda pensar en un acto de
creación en la crítica misma, sino, sostenemos nada más que el
tótem y el tabú y se hace la obra de arte y el crítico viene
luego...
Juan
Terranova – lo estuvimos hablando mucho con Marcos a eso y el
rol que cumple la universidad en ese sentido, que forma
investigadores y no forma críticos en las humanidades, entonces vos
tenés gente que está investigando, que sabe un montón sobre
Lugones, yo qué se viste, me parece gracioso pero, La obra
desaparecida de Lugones, que no existe, porque está desaparecida, está
investigando eso, qué te parece, la verdad qué se yo, no sé, te
ganaste una beca del Conicet, tu vida es una mierda, hace lo que
quieras. Sí, estoy súper de acuerdo. Mi esfuerzo como crítico
está en leer a mis pares.
Marcos Apolo Benítez – Está bueno lo que decís, yo coincido con el diálogo que entablaron. Vos decís refinar el odio y bueno, refinar el odio, yo lo entiendo como el ejercicio de la crítica como lectura creativa. Ahora, mi sensación, o mi lectura, es que eso falta, tanto en la crítica literaria como en el psicoanálisis. En el terreno del psicoanálisis se escucha demasiado la recitación pajera de Freud, de Lacan, que hace el discurso universitario; y en la crítica literaria, bueno, cuando directamente, por no ejercer la crítica, nos quedamos o en el anatema, la indiferencia total, o en el elogio comercial. Ñ es eso, una propaganda de “los nuevos escritores”, "las nuevas tendencias"...
Juan
Terranova – Ñ lo puse como ejemplo porque nos reímos todos un
poco de eso, jaja, somos muy superados. Ñ no estaba mal en su
momento, pero el problema es que lo hace gente que es oligofrénica,
entonces, yo los conozco digamos, o sea, ¿qué querés?... están
hechos mierda por el periodismo y bueno, qué se yo, Diego Erlan, que
es el editor de libros, yo lo conozco, fui a jugar al futbol con él,
es un oligofrénico, digo, ¡es un oligofrénico!, ¡tiene problemas de
oligofrenia!, digamos ¿me entendés? No estoy siendo metafórico, ¡es
un tipo que no puede leer un libro! ¿Cómo hace el editor de libros
del suplemento más importante del diario más importante de la
Argentina, un tipo que no puede leer, que solamente lee a Murakami
editado por Tusquets? ¡Me vuelvo loco!, ¿Cómo se lo permitimos
nosotros? Tenemos que ir a tirarle verduras… ahí me sale la cosa
del megáfono… tenemos que ir a tirarle verduras a la puerta de la
casa. Pero bueno no, nosotros vamos y le decimos “Ay Diego, me
encanto”; sacó una novela hace poco que es una mierda total: “me
encanto tu novela, que se yo, así me tiras una reseñita, me pagas
trecientos pesos”, ¡andá a la puta que te pario! Entonces estamos
todos tratando de rascar el fondo de la olla de las instituciones de
mierda, y la verdad es que no es que falta pero estamos muy
separados, estamos muy alejados. Antes íbamos a pelear contra el
partido comunista o nos hacíamos lugar en el partido comunista, o
íbamos con el fascismo, lo que vos quieras. Ahora estamos muy
sueltos, no nos conocemos, no sabemos quiénes somos, nos vemos por
internet todo el tiempo y nos juntamos y tratamos de, pero no hay nada
que aglutine gente que se pueda oponer a la plutocracia, basicamente ese es el
problema que tenemos, ese es el problema de la década ganada.
Estamos intentando todos hacer un montón de cosas, pero la verdad es
que es todo muy residual en ese sentido, yo no creo que haya tanto un
desierto, sino que son como muchas lagunas que no se terminan de
conectar, por eso me parece que tanto el crítico, como el psicoanalista
crítico que no se va a conformar con armar su consultorio, sino que,
bueno, va a tratar de formarse más allá del psicoanálisis
establecido, necesitan nuclearse, necesitan relacionarse y la
herramienta muy importante ahí es internet, pero hay que saber
usarla, hay que invertirle tiempo. Yo veo eso, que hay muchas cosas,
que Argentina tiene mucha capacidad productiva en ese sentido pero
están separadas, están inarticuladas y eso me parece que cada vez
es más notable. No sé si antes era mejor, tiendo a pensar que antes era mejor por un
grado de melancolía extrema y porque quiero tener esperanza de que
eso vuelva, pero no sé si antes era mejor, creo que no, creo que si
había grandes aglutinadores de discurso también eran
institucionales fuertes. Bueno, hay momentos que serían
recuperables, el momento que hoy citabas vos en el taxi de Masotta y
García y formándose entre ellos y creando la Escuela Freudiana de
Buenos Aires entre ellos, buscando una legitimación que no tenían,
gente que estudiaba mucho...
Marcos
Apolo Benítez – creando Literal.
Juan
Terranova – sí, haciendo sus revistas, etc. Es un momento,
para mí, muy importante. Y después internet, bueno, tiene sus
lugares de discusión, me parece que son interesantes, que es una muy
buena herramienta. Creo que el momento de los blogs fue más
interesante que el momento de Facebook, no sé por qué, quizá
porque era nuevo, pero había como una cosa mucho más barroca, más
del barroco, como una cosa más shakesperiana de las máscaras, de
juego, de juegos con el lenguaje, de cosas más cruzadas. Facebook es
muy botón, Facebook es muy de la CIA, se nota mucho que es la CIA.
Por ahí no están los tipos de la CIA atrás, pero el panóptico ese
foucaultiano está funcionando todo el tiempo. Es verdad lo que decía
el otro día un escritor amigo, decía que lo más trágico del
sistema aprisionante de información de Facebook es que nadie nos
mira. Lograron eso, que deseemos ser mirados. No te van a robar
nada, no te van a espiar. Vos querés que te espíen, estás en
Facebook para que te espíen otros digamos, es mentira que estás ahí
y te están espiando y vos estas siendo presa de eso, no, el
narcisismo extremo hace que uno quiera ser mirado todo el tiempo y
que si no te miran y no te espían te sentís mal, te sentís
relegado.
Pregunta
– ¿Te puedo hacer una intervención? Yo me topé con tu obra
hace unos años, leyendo un poema tuyo, incluso combativo, en la
revista “Lucha armada”, un poema tuyo, “El ignorante”. Un
poema muy duro…
Juan
Terranova – estaba muy enojado cuando lo escribí.
Comentario – decías “Trotskistas putos de mierda”, no se bien…
Juan
Terranova – ¿trotskistas putos de mierda?... Puede ser...
Comentario – no me acuerdo el nombre, pero hay un fragmento que me pareció
muy elocuente incluso en la época, me pareció interesante por qué del Barco
propuso ese poema para disparar...
Juan
Terranova – hubo una polémica con del Barco en Córdoba bastante importante, ¿no?
Comentario – sí sí, y bueno, después del primer contacto que
tuve con tu obra me puse a investigar, a ver quién eras. Con el
tiempo, bueno, te fui rastreando por tu blog y algunos libros, no he
terminado. Se te presentaba a vos como un joven escritor provocador y me resultó interesante. Vi en eso el trasfondo que hoy traés acá de mucho
odio. Después vi, cuando pasó el tiempo algunas críticas que te
hacían a esto. Te ubicás en una delgada línea, que a mí me
pareció muy interesante, pegándole a la corrección política y me
gustaría saber, si tenés una opinión, me imagino que sí, qué
podes decirnos respecto de…., no creo que esta década se agote en
una fórmula de corrección política, pero qué podes decir, me da
la sensación de que hay mucho que podes decir al respecto, de esa
corrección política, de esa manifestación estética del fenómeno
político, pero que no agota el fenómeno político. Me dio la
sensación de que vos vas siempre por ahí, pero no termino de
encontrar, todavía, lo qué podes decir...
Juan
Terranova – bueno, yo tampoco. Muchas gracias por leer lo que
hago y está bien lo que decís y la respuesta que tengo es esa,
siempre estoy tratando de ver como uno… el escritor, el novelista
sobre todo, pero el crítico también, tiene que ver cuáles son esos
secretitos de mierda que guarda la gente, digamos, que guardan los
partidos políticos, las instituciones, esa es la novela burguesa, se
construye con eso, buscando y rebuscando ahí. Es completamente
freudiana la novela burguesa. Y hoy, hace unos años, se instaló
esta cuestión de lo políticamente correcto, que a mí me incomoda
mucho, y me parece extremamente represivo. Represivo y vacío e
ignorante, vacío de la bibliografía más fundamental para entender
cualquier cosa en cualquier ámbito. Como que lo políticamente
correcto está vacío de los libros que a mí me gustaba leer o que me
gusta leer, o lo que a mí me gusta escuchar. Creo que tiene que ver, si
uno se pusiera a hacer una genealogía del concepto, tiene que ver
con la caída del muro de Berlín, con la caída del bloque
soviético, con la falta de una polaridad en ese sentido y la
destrucción de los dos grandes bloques que articularon la segunda
mitad del siglo veinte. Tiene que ver con que en estos treinta años
de democracia, veinte, el peronismo como fuerza política
había desaparecido prácticamente, más podríamos decir porque
cuando Martínez de Hoz es designado ministro de economía dice una
frase, dice: “cuando yo termine mi ministerio, la palabra peronismo
no va a significar nada”. Tuvimos que esperar hasta el dos mil tres
para que volviera esa palabra a significar algo que tiene alguna
relación más o menos coherente con lo que entendíamos como
peronismo. Si bien después te pones a revisar el menemismo y te das
cuenta de que eso también es peronismo, es mentira que no es
peronismo, por más que les pese a los kirchneristas digamos, es una
lectura más del peronismo. Entonces cuando aparece, cuando hay como
todo un caldo de cultivo ahí que genera personas huérfanas de
ideología, entidades huérfanas de ideologías que se tienen que
construir su ideología o se tienen que construir su religión,
entonces, lo estuvimos citando, vale la autoayuda, es una especie de
religión nueva, a la mano, y va asociada a la corrección política.
Entonces me parece que hay una genealogía, sería interesante
verlo. No es lo mismo Néstor Kirchner reaccionando contra una
Argentina quebrada, en default, con un caos social digamos, que
Cristina alimentando entidades como el INADI, donde la corrección
política además… no te rías, porque el INADI es súper poderoso,
se les dan ocho millones de pesos por mes al INADI, ¿Qué hacen con
ocho millones de pesos por mes en el INADI? Y es una especie de
policía de la corrección política. Yo leo Pagina 12 y veo eso. Yo
trato de reaccionar. Siempre reacciono mal, siempre quedo como off
side.
Comentario – a mí lo que me resulto muy llamativo de ese poema tuyo, que fue
antes del 2005...
Juan
Terranova – este año cumple, la edición en papel, diez años.
Comentario – bueno, incluso estabas como
yéndote a una denuncia, entre comillas, con cierta inocencia, en mi
juicio, política en los setenta y vino eso a manifestarse con cierta
precocidad, lo que fue el auge de una superestructura, una estética
en Argentina que era como el dispositivo central. La pregunta que yo
te hacía, también me la hago a mi. ¿Cómo, tal vez, construir o
situarse en una estética diferente que no por ello sea reaccionaria?
Por más que te digan que lo hacés por derecha, a esta altura me
chupa un huevo, pero, ¿cómo se construye un dispositivo, o si hay
lugar?...
Juan
Terranova – mirá, con respecto a esto, cada vez que me dicen
que yo soy de derecha, yo les estoy empezando a decir que sí, pero,
cuando me dicen que soy fascista digo bueno, y para vos por ahí sí,
qué se yo. Me van a terminar convenciendo. La otra vez
decíamos: “no, claro, no somos de derecha, es que estos son unos
pelotudos”, esa es la conclusión que sacamos, hablando de la gente
que escribe en Página 12, que tiene zonas bastante más aceptables
que otras. Y bueno, ese es el desafío, cómo escribir por afuera de
eso. Yo creo que hay una bibliografía. A ver, este dibujo:
estudiante de humanidades de la Universidad Nacional de Rosario, que
lee a Bataille y trata de llegar al orgasmo metiéndose el dedo en la
oreja, qué se yo, no sé, digamos, cariño, planteáte las cosas un
poco más en serio. Date cuenta que no podés salir a insultar a todo
el mundo, si estás leyendo Bataille, que es una cosa súper
importante, estás transgrediendo un montón de cuestiones, digo, no
es una moda, etendé esa bibliografía como lo que es. “El
Erotismo” de Bataille, plantea que hay una necesidad del mal en el
hombre, entonces me parece que ahí hay algo… que antes siempre te
corrían con el estalinismo: "bueno, si tanto te justa la joda, porque
no te hacés un viajecito a Moscú". Hoy no tenés ningún lado, tenés
que ir a la luna, la corrección política no se cuál sería, el
espacio, el vacío, la película esa “Gravity”, los dos están en
el vacío y es todo políticamente correcto porque nada los tracción
hacia ningún lado. No sé, qué se yo, nunca cogen, Geroge Cloney y
Sandra Bullock, entonces están tratando de escapar del vacío. Pero
me parece que hay una bibliografía, claro, pero circula y no es
tenida en cuenta. Pasa un poco lo que decía Marcos con el
psicoanálisis que, vos leés cualquier texto de Freud, Freud hoy
sería como una especie de misógino hitlerista, digamos, que anda
denunciando que las mujeres solamente pueden tener relaciones con una
botella de Don Perignon, que es la definición de la histérica que
no acababa y cuando aparecía el significante Perignon.. ahh, trago
todo… cualquier cosa de Freud que vos leas, ni te hablo de Lacan,
que aparte, era un bonapartista, ese sí que era de derecha en serio.
Era bonapartista, el tipo, lo decía, tenía esas actitudes, y era
refractario a cualquier pensamiento distribucionista, ni siquiera de
izquierda; acá no se distribuye nada, yo soy profesor, ustedes
escuchan y hacen lo que yo les digo. Y entonces empezaba con su
teoría de la relación que nosotros tenemos con el amo, y es muy
interesante eso, aparte toda esa bibliografía choca totalmente
contra la corrección política. ¿Qué es la corrección política
finalmente?, ¿que no puedas decir enano?, ¿que no pueda decirle negro a
un negro?, ¿que no puedas decirle puto a un puto? Es más, te voy a
decir, en el lenguaje mismo, en la utilización del lenguaje empiezan
a aparecer los significantes y significados que empiezan a chocar con
eso. Me ibas a hacer la pregunta sobre el feminismo, ya me puse medio
incómodo. Yo tengo muchos problemas para discutir con el feminismo,
primero porque no sé lo que es el feminismo y segundo porque cuando
voy a la biografía del feminismo encuentro que el feminismo es todo
y nada, y hay bibliografías interesantes y justamente discuten cosas
que están mucho más cerca. Ahora, lo que se entiende por feminismo
en el suplemente “Soy” de Pagina 12, y no sé, me parece que es
gente muy ligada al “Caso Dora”, para poner como un ejemplo
freudiano, el caso del querer y no poder…
Marcos
Apolo Benitez – La pregunta que te quería hacer, siguiendo
esa línea y retomando lo que decís, es: vos hablabas de complejizar
el amor. Cuando no se lo complejiza, cuando no se lee el odio en el
amor caemos en la banalidad brutal de la negación, es decir, el
idealismo del amor. Concretamente, ¿qué consideras vos, o que
pensás sobre el acoso verbal callejero? El piropo, algo tan en boga,
incluso asunto de estado.
Juan
Terranova – Claro, sí. Bueno, no tengo mucho elaborado sobre
el tema. Yo escribí un par de notas por la cual me echaron de un
medio. Que era gracioso porque me estaban echando y yo no me podía
dejar de reír, pero me reí histéricamente porque sabía que estaba
mal lo que estaba haciendo, hasta que me llamo mi vieja, la voz, así,
total, como si me llamara Edipo de Tebas: “Portate bien, o date
cuenta boludo, perdés todos los trabajos”, entonces dije bueno, no
me voy a reír más. A mí me pareció una cosa súper graciosa,
retrograda, que no entendieran la ironía. Una persona que se dedica
a militar en la Argentina, y a escribir y a llevar adelante acciones,
que no se pueda defender de la ironía, que no entienda la ironía,
es una persona para mi desfasada, que se yo. Lo único que tengo
para pensar del piropo es que Cristina está en contra del aborto. Lo
único que tengo para decirle a Pagina 12 que saca en tapa el tema
ese cuando le conviene para atacar a Macri porque Macri salió a
decir qué se yo...; yo lo que tengo para decirle es eso: Putos y
tortilleras del cristinismo, Cristina está en contra de aborto,
loco. Ahí hay que mover la discusión, vos estas acá pelotudiando
con esto del piropo y Sudáfrica tiene el aborto libre y Argentina
no, y la Argentina tiene el matrimonio igualitario, hicieron todo un
quilombo y se pensaron que después venia y le frenaron el recontra
carro con eso. Entonces, ¿qué instalamos, qué tema vamos a instalar?
Claro, pero el piropo parece parte del corpus de lo políticamente
correcto. Va a llegar un momento en que nosotros no vamos a llegar a
hablar por la calle, pero no importa. No vamos a poder hablar por la
calle y no vamos a tener aborto libre y gratuito digamos. Vamos a
estar recontra jodidos. Es muy complicado el tema en ese sentido.
Marcos
Apolo Benítez – parece ciencia ficción pero es un hecho. En
algunos lugares, en Nueva York por ejemplo, al piropeador lo
escrachan, le sacan una foto y la suben a una página de cierto
organismo controlador. “Piropeador”como “Violador”,
digamos.
Juan
Terranova – lo único que tengo para agregar sobre eso, porque
yo escribí bastante sobre el tema y aparte no quiero seguir
embarrándola. Le preguntaban a una mujer que militaba en una
organización en contra del acoso verbal callejero y le decía: ¿Cómo
sabe usted que se da la situación de acoso verbal callejero? Y dice:
si lo siento como acoso, es acoso. Bueno, hay que salir a la calle y
evidentemente yo soy una persona sexuada, que tiene genitales y la
mina va a sentir como acoso que vino un tipo caminando y que ahí
debajo de esas telas de ropas tiene un pene y ella se va a sentir
acosada. Entonces esto me parece muy impracticable. Cualquier bibliografía de la carrera de Sociales te dice
que ahí hay una situación de histeria imparable.
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